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GURDJIEFF RELATA QUE:
Cuando mi padre se estaba muriendo, yo contaba sólo nueve años. Él me llamó para que me acercara a su cama y me susurró al oído:- Hijo mío, no te puedo dejar mucho, no son cosas mundanas. Pero tengo algo que comunicarte, algo que mi padre me dijo cuando estaba en su lecho de muerte. A mí me ha ayudado tremendamente, ha sido mi tesoro. Tú eres todavía mu joven, quizás no entiendas lo que te voy a decir, pero guárdalo, recuérdalo.
Un día, cuando seas mayor, quizás puedas entenderlo. Se trata de una llave: abre las puertas de grandes tesoros. Gurdjieff, por supuesto en ese momento no pudo entenderlo, pero aquello cambio toda su vida. Y su padre le dijo algo muy sencillo.
Dijo:-Cuando alguien te insulte, hijo mío, dile que por veinticuatro horas meditaras sobre ello y después volverás y le responderás.
Gurdjieff no podía creer que aquella fuera una llave tan maravillosa. No podía creer que: "Esto es algo tan valioso que haya que recordarlo.
" Y a un niño de mueve años se le puede perdonar... Pero se le quedo grabado, no pudo olvidarlo. Cuando recordaba a su padre, recordaba lo que le había dicho.
Y Gurdjieff cuenta que: " El meditar en ello durante veinticuatro horas me ha aportado las más grandes percepciones sobre mi ser. A veces encontraba que el insulto era correcto, que eso es lo que yo soy. Así que iba a la persona y le decía: "Gracias, tenias razón. Lo de ayer no fue un insulto, fue la mención de un hecho. Me llamaste estúpido. LO SOY.""O algunas veces sucedía que meditando veinticuatro horas llegaba a saber que aquello era una mentira absoluta.
Pero cuando algo es mentira, ¿por qué ofenderse? Así que ni siquiera iba a decirle a la persona que aquello era mentira. Una mentira es una mentira. ¿Para que molestarse?...Poco a poco, observando, meditando Gurdjieff fue haciéndose más y más consciente de sus reacciones, dejando de un lado las acciones de los demás.
Extracto del Libro de la Sabiduría de Osho. Gurdjieff: Filosofo y escritor de origen caucásico, 1877-1949