El domingo pasado fui con Marisol al templo “la tierra” le mostré el doyo y los lugares donde hace un tiempo estuve haciendo el retiro y practicando zazen.
A partir de esta visita el ser esencial que me habita, ha requerido recordar instantes sublimes de esta experiencia. Las células y atomos han entrado en un contentamiento y busqueda.
Por ello hoy he escuchado el ultimo kuzen de André lemort, el maestro. Se titula: callos en las nalgas. Y… por vez primera lo entiendo, entiendo lo que dice. Después de 4 años. Claro, el se expresa desde la ligereza, la liviandad y vacuidad de su mente ordinaria. Lo que expresa ya lo siento, ya lo se.
cierro los ojos y me encuentro en el doyo, sentada de frente a la pared.
El me lo esta recordando, reforzando, el lo apoya, lo aclara, lo dice. Le creo porque Yo simplemente siento “eso”.
Y … debo reconocer que la practica del zazen ahora en la vida de Liliana es mínima.