jueves, 7 de mayo de 2009


ALIMENTOS ORGANICOS
Credibilidad y Confianza


Por Mario Mejía Gutiérrez

El consumidor tiene derecho a asegurarse de que el producto que compra es confiable, en especial si se trata de alimentos organicos o biológicos o ecológicos o saludables o limpios. Examinando la cadena desde la producción hasta el consumo tenemos:

En primer lugar el agricultor: El productor se asume bajo su propia palabra como productor orgánico, biológico o ecológico o limpio o natural o saludable. Se rescata el valor de la palabra del agricultor, comprobable en cualquier momento por quien se interese.
El productor puede demostrar permanentemente que es persona capaz porque aprendió por si mismo, por un vecino o pariente, por un taller o conferencia avalada por alguna institución o entidad.

Segundo. La organización del productor. Cualquier productor tiene derecho a actuar en solitario. No obstante es deseable que el productor se organice, se asocie, ojala veredalmente. En los estatutos o normas fundamentales de la “ Organización” figurara un cargo o función cuyo objeto es mantener dinámicamente la normatividad del proceso de producción. Se trata de un “comité de dialogo” interno encargado de asistir a encuentros, talleres, conferencias, visitas, practicas y lecturas. Promover reuniones. Es decir, mantener la dinámica de la práctica y normatividad de la producción.

La organización puede avalar a uno o varios de sus afiliados o productores para ofrecer productos al publico ya sea “in situ” o en lugares de encuentro con los consumidores a precios corrientes estos vendedores podrían a su vez constituirse en asociación.

La organización velara para que la producción ecológica o limpia desempeñe en primer lugar la función de autoconsumo por parte del productor y se desarrolle a partir, en primer lugar, de recursos locales, y se ofrezca a precios corrientes.

Tercero. El consumidor puede actuar en solitario. Es de desear que se formen organizaciones o asociaciones de consumidores donde se determinen normas sencillas de comercialización, de organización de los sitios de encuentro y de visitas a los sitios de producción, y se mantenga también la dinámica de los productos naturales, o biológicos o saludables o ecológicos, promoviendo la realización de toda suerte de actos culturales.

En términos generales, es deseable que cada “organización” tanto de productores como de consumidores se conciba de la manera más horizontal posible, dado nuestro atavismo cultural de nombrar presidente, vicepresidente, vocales, secretario, tesorero y fiscal o auditor.

Cuarto. Los sitios de encuentro, frecuentemente llamados “mercados” o “toldos verdes” deben ser concebidos como sitios de encuentro cultural, acompañándolos con perifoneo, música, chapolas, oferta de libros, conferencias, artesanías, actos lúdicos. Porque el alimento o producto natural o biológico o ecológico, no es una mercancía corriente, sino un elemento sano con objetivo salud, es decir, finalmente un acto de solidaridad entre el productor que ofrece y el consumidor que acepta.

El sitio de encuentro debe ser accesible, limpio, aireado, agradable a salvo del sol y la lluvia y, en general, hasta donde sea posible, cumplir cumplir los requisitos para su propósito.
Quinto. Los precios. Es legítimo que cada vendedor aspire al mejor precio por su producto. Y en el caso de los productos limpios se presenta el antecedente que, los alimentos organicos, reciben un sobreprecio en Europa. La agricultura biológica, invento europeo de principios del siglo XX, es estimulada por un sobreprecio que va del 20 al 100% de las cotizaciones corrientes, lo que se explica por los niveles cultural y económico de Europa Occidental (Inglaterra, Italia, Austria, Francia , Alemania) pero no puede ser trasplantada esta practica a Colombia, porque Colombia no es Europa.

Precios superiores a los corrientes elitizan el consumo, lo restringen a un estrecho grupo de usuarios , alejan el alimento sano de los consumidores corrientes, no realizan el postulado de salud con base en alimento sano (que al fin, es un derecho humano y una expresión de solidaridad social) , al fin y al cabo, la producción biológica es mas barata que la química, y puede ser tan productiva como ella. El sobreprecio a la larga, limita la expansión de la agricultura orgánica porque desestimula el consumo.

Sexto. Las condiciones de la producción. En el último congreso de IFOAM – International Federation of Organic Agricultural Movements- en Adelaida, Australia, 2005 se convinieron los principios fundamentales de la producción: ecología, salud, equidad, precaución. Los principios de Ecología y Salud son los entendidos (y a veces practicados) mas corrientemente (actuar en armonía con la naturaleza y no poner en peligro la salud del consumidor, ni del trabajador). Los principios de equidad y precaución merecen mayor claridad.

Equidad se refiere a justicia, incluso a compasión. A respeto. No violencia. Justicia social. Trato compasivo con los animales. Precio justo. Pago justo, medida justa.

Precaución se refiere a recordar que la ciencia y la tecnología pueden equivocarse. Para ejemplos en agricultura: la agricultura química, la revolución verde y sus agrotoxicos, la nueva revolución verde y sus transgénicos, la nanotecnología... Precaución se refiere a escuchar con sentido crítico los mensajes de las transnacionales, de los supermercados, de la tasa de ganancia, de la codicia...

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