miércoles, 19 de febrero de 2014

LA INTENCION EN LA PRACTICA DE YOGA.


Un hombre que ha renunciado al fruto de sus acciones está siempre contento y libre de toda dependencia; y sabe que, aunque interviene en la acción, él no actúa.
Bhagavad Gita IV.20

El objetivo que guía una acción se denomina intención. 
Hacer algo intencionadamente es lo mismo que actuar a propósito. Actuar a propósito significa que actúas de forma consciente.
 Prestar atención es actuar de forma consciente, actuar de forma deliberada hacia un objetivo.
 Se dice que aquellos que creen en las casualidades no prestan atención. Es muy importante mantener una intención elevada durante la práctica de yoga porque aquello que determina el resultado de cualquier acción es la intención subyacente. 
La intención que pongas en tu práctica determinará los resultados, puedes obtener simplemente fuerza y elasticidad a nivel físico, o alcanzar equilibrio y armonia en todo tu ser.

Hace poco salio  en internet un articulo  sobre la gran popularidad que está alcanzando el yoga en todo el mundo.
 Según las estadísticas, los principales motivos para practicar yoga son : ganar flexibilidad, perder peso, incrementar el tono muscular, aliviar el dolor de espalda, mantenerse vital, joven y reducir el estrés.
 La gente no menciona como objetivo lograr la iluminación, acercarse a Dios o contribuir a la felicidad y libertad de otras personas.

Al yoga no le importa por qué practicas ni cuáles son tus motivos.
 El yoga te dará cualquier resultado que te prepongas si practicas lo suficiente.
" Lo que sea que estés pensando mientras desarrollas una acción, determinará el resultado de esa acción".
 Te conviertes en aquello que contemplas. Si quieres que el yoga (la práctica) te acerque al  objetivo, o a la  la iluminación, entonces la intención subyacente durante la práctica tiene que ser practicar Yoga. No vas a alcanzar Yoga, el objetivo, de forma accidental: debes desearlo con todo tu ser.

Yoga significa iluminación o unión con el Ser superior. Así como cada persona tiene que encontrar su propia manera de relacionarse con Dios, cada uno de nosotros también tiene que hallar la forma de expresar una intención elevada.
 Ofrecer tu práctica a Dios es una forma de expresar una intención elevada. Para muchos eso es mucho pedir.
 Otra opción es ofrecer la práctica a tu guia. Cuando deseas a tu guia  la iluminación, estás dedicando los esfuerzos de tu práctica hacia ese objetivo. Eso te permite dejar de pensar en ti mismo(a).
 Otra forma de establecer una intención elevada es dedicando la práctica a cualquier persona que conozcas, porque cuando nos enfocamos en los demás en lugar de centrarnos  en nosotros mismos despertamos la compasión, causa y fuerza impulsora de la iluminación.
 En el estado de iluminación uno logra descubrir la Unidad, no hay lugar para la otredad. Así que si puedes encontrar la forma de establecer una intención elevada para la práctica que te ayude a superar la preocupación por tu pequeña personalidad, ese camino te guiará hacia el Yoga.
 En la tradición de Jivamukti Yoga por lo general establecemos la intención de la clase cantando “Lokah Samastah Sukhino Bhavantu” y luego explicamos su traducción: “que todos los seres sean felices y libres, y que todos los pensamientos, palabras y acciones de mi propia vida contribuyan de alguna manera a la felicidad y libertad para todos”.
 El Bhagavad Gita enseña que aquel que desee alcanzar Yoga debe renunciar a los frutos de sus acciones. Esto no quiere decir que no hagas las cosas a propósito, o que no establezcas la iluminación como objetivo. Un practicante de yoga sabio tiene fe en Dios y sabe que su mayor deber es actuar con la máxima integridad, de forma totalmente desinteresada, sin estar preocupado por el resultado de sus acciones. Eso se lo deja a Dios.

Sharon Gannon.

texto tomado de la pagina de Rafael Cervantes. 
   

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